Llamen a mi abogado es la frase que todo acusado con posibilidades economicas exclama, pero no es lo mismo cuando el acusado es un pobre que no le queda mas que esperar a que alguien lo defienda y vea por sus derechos. Cuando se tienen recursos aunque se sepa que se es culpable, hay una confianza en la libertad, la inmunidad ante el brazo de la ley.
Ya hemos sido testigos de grandes fraudes, personas que se hacen de millones y viven como reyes a costa de negocios ilícitos y que algún día la policía toca a sus puertas y las cámaras están prestas para ver lo que aquel hombre o mujer tiene que decir a su favor, lo primero que se ve es un rostro de sorpresa, de falsa ignorancia ante la situación y aquella voz que dice: "no tengo nada que decir, llamen a mi abogado", con gran confianza en sus defensores. Pero éstos defensores solamente estan ahí porque esperan recibir una paga y no porque realmente deseen liberar a aquel hombre, un abogado no suele actuar por amor al acusado si no por amor a ganar prestigio liberando a inocentes y culpables sin diferencia alguna.
Ya hemos sido testigos de grandes fraudes, personas que se hacen de millones y viven como reyes a costa de negocios ilícitos y que algún día la policía toca a sus puertas y las cámaras están prestas para ver lo que aquel hombre o mujer tiene que decir a su favor, lo primero que se ve es un rostro de sorpresa, de falsa ignorancia ante la situación y aquella voz que dice: "no tengo nada que decir, llamen a mi abogado", con gran confianza en sus defensores. Pero éstos defensores solamente estan ahí porque esperan recibir una paga y no porque realmente deseen liberar a aquel hombre, un abogado no suele actuar por amor al acusado si no por amor a ganar prestigio liberando a inocentes y culpables sin diferencia alguna.
La biblia dice en Jeremías 17.5 que no hay que confiar en el hombre, nuestra confianza debe estar puesta solo en Dios porque Él es el único que nunca falla, siempre estará cuando lo necesitemos incondicionalmente, tengamos o no dinero. Dios estará para nosotros cuando sea necesaria la corrección y cuando sea necesaria una palmadita en la espalda en acción de aprobación. Es un Padre amoroso que también corrige al que toma por hijo (Hebreos 12.6).
Lo maravilloso de nuestro Dios es que no sólo nos puede ayudar a tener la solución de problemas si no que también, puede llevarnos a la vida eterna al lado de Dios. La vida no es solo el conjunto de cosas que hacemos en el día y las cosas que poseemos, la vida es agradar a Dios y disfrutar de su gracia. De hoy en adelante, si tiene algún problema no sea usted uno de todos los que llaman a su abogado... ...ponga su caso en las manos de Dios y sea testigo de las maravillas que tiene preparadas para su vida.
Y no se olvide para llevar una vida alejada de los conflictos legales lo mejor es llevar una vida como la de nuestro Señor Jesucristo (Efesios 5.1 sed imitadores de Dios) amándo a los demás y en todo momento preocupándonos por compartir la palabra del Reino a todos los necesitados.
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