miércoles, 14 de abril de 2010

La carne contra el espíritu

Como pudieron notar en el título del tema se escribe "el espíritu" con minúsculas debido a que vamos a hacer referencia al espíritu humano y no al Espíritu Santo.

Como es algo muy común creo que todos nosotros hemos tenido la oportunidad de ver, tocar, jugar o hasta quebrar un imán y ver aún quebrado sigue funcionando como un imán. El imán está compuesto de un polo norte y un polo sur y entre ellos se repelen (rechazan). Dejando de lado los momentos de la escuela consideremos el caso para la vida del hombre, y pongamos atención en el hecho de que toda persona tiene carne y espíritu, mismos que se contradicen en cuanto a deseos y la visión de la vida.

Por una parte la carne está lista en todo momento para buscar los placeres, despreocuparse de las consecuencias espirituales de los actos y rendirse ante las pasiones. Romanos 13.14 nos invita a no hacer caso de los deseos de la carne y nos aconseja vertirnos del Señor Jesús. Gálatas 5.16,17 nos vuelve a declarar que caminemos en el Espíritu y que dejemos de lado las invitaciones de la carne, también nos manifiesta la contrariedad en el deseo de ambas.

La biblia no se equivoca y está actualizada para todos en todo momento. Considere su vida y evalúe de todo lo que hace a diario, ¿se basa en el espíritu o en la carne? ¿que deseos predominan? ¿ha mejorado su vida? ¿siente el mismo deseo de hablar con Dios, mejoró o empeoró?, éstas preguntas podrían indicarnos la magnitud en la que afecta nuestra vida espiritual el hacer o no hacer todo lo que la carne nos dicta. Si obedecemos lo que la carne nos dicta déjeme decirle que al pasar del tiempo usted se abrá acomodado a éste mundo y se olvidará de Dios, no vivirá cada día como el último día.

La lectura de la biblia y la oración son el alimento por exelencia del espíritu, pero al parecer en éstos tiempos modernos nos olvidamos de alimentarnos espiritualmente y pretendemos ser mejores cristianos a base de "presentarse al culto", perdiendo el tiempo con pláticas que no edifican y entrar a la hora del final. Eso debilita porque la lucha es día a día, segundo a segundo. Imagínese poner a pelear a David contra Goliat sin el respaldo de Dios y ¡aún más a David cuando no ha comido por 2 semanas! ¿quién cree que ganará? verdad que es una lucha dispareja y obvia, así es la lucha entre su carne y su espíritu cuando se descuida.

Lo peor es que cuando actuamos según los designios de la carne pegamos a nosotros multitud de malas mañas, vocabulario y ademanes de inconversos, ¿se sintió identificado? esto sucede cuando no filtramos las personas que tomamos como círculo de amigos, ¿son cristianos todos? si pero también a ellos es necesario filtrar porque tienen su propio círculo y de ahí pueden estar tomando lo malo para llevárselo a usted. Igualíto con los imanes, métalos en viruta de hierro (pecado y malas mañas, etc.) y rapidito se pegaran hasta llenar todo, ahora trate de quitarlas y verá que es muy difícil tal y como es quitar de nosotros los vicios, las malas amistades, las malas expresiones y otras cosas que nos impiden dar un buen testimonio; nos vuelven pesados y nos anclan a éste mundo impidiendo que nos levantemos en el día del arrebatamiento. Pegue el imán sucio a uno limpio y verá como se ensucia el otro, en menor cantidad pero ¡se ensucia!

Gane la batalla espiritual siendo cuidadoso con lo que deja entrar a su mente y a su corazón, con su círculo de amigos y acercándose cada día a Dios. El mejor amigo es Jesús, imite sus pasos y su vida será diferente de hoy en adelante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario