jueves, 15 de abril de 2010

El tiempo no tiene reversa

Los viajes a través del tiempo son un sueño muy codiciable por los científicos y aún entre muchas personas que en alguna etapa de su vida cometieron errores graves y desearon tener el secreto de la máquina del tiempo que en muchas películas hemos visto, pero como el tiempo no tiene marcha atrás solamente nos queda tratar de hacer algo mejor la próxima vez y aprender de los errores.

Algo importante que deberíamos considerar en nuestro diario vivir es ¿en qué estamos ocupando nuestro tiempo?, porque si no le podemos dar marcha atrás o ponerle en pausa, entonces tenemos que sacarle el mejor de los provechos. Pero, ¿cómo saber cuando lo estamos ocupando bien?, es simple, debemos vivir la vida y disfrutar de las maravillas de Dios, esto no implica que daremos rienda suelta a los deseos de la carne y nos despreocuparemos por el trabajo y todo eso. Solamente hay que dejar de afanarnos por acumular dinero en el banco o por tener las cosas más lujosas, porque la vida es más que un puñado de cosas. La vida es la familia, los amigos, los bellos momentos que compartimos con los seres queridos, es la armonía con los demás, la vida es tener a Dios a nuestro lado.

Muchas veces dejamos de vivir por trabajar, olvidamos a la familia y nos perdemos la belleza de un amanecer, de los primeros pasos de un hijo, de su primera palabra, estamos tan llenos de cosas que hacer y culpamos a Dios por la "vida" que llevamos y no nos queremos dar cuenta que somos nosotros mismos los culpables de que todo eso esté pasando. La mejor decisión es dedicar nuestro tiempo a Dios porque Él sabe las cosas que necesitamos y atiende antes que las pidamos,
en el evangelio según San Lucas 12.22-29 Jesús nos dice que no dejemos que el afán llegue a nuestras vidas, porque él tiene cuidado de todo, los animales del campo y aún de vestir cada día con los mejores atuendos a las flores.

Dios nos invita a cambiar nuestro estilo de vida, que el tiempo no se lleve lo bonito de la vida y que aprendamos a ser felices en su presencia más que solamente rodeados de lujos o comodidades. Proverbios 17.1 dice: "mejor es un bocado seco y en paz, que el gran banquete en casa de contienda", no es que Dios quiera pobreza en nuestras vidas o algo parecido, es solo que debemos aprender a no ser dependientes de éste mundo y sus cosas para ser felices porque a fin de cuentas TODO pasa, pero Dios queda y permanece para siempre. Aferrémonos a la roca que es Cristo y cada día nos dejará un rico sabor a felicidad, no nos perdámos de la belleza de un amanecer, de los primeros pasos de un hijo, de su primer palabrita, de un momento de juego o de enseñarle quien es Dios, no dejemos que alguien más sea el super héroe de nuestros hijos o el poeta de nuestra pareja, no olvidemos a la familia y a los amigos.

Para cada momento de tu vida aplica ésta frase que alguna vez escuché y que sirve tanto para los momentos malos como para los buenos, en los malos para no perder la calma y entregarnos al desánimo, en los momentos buenos para no acostumbrarnos y llenarnos de falsas ilusiones. Dice así:

"Esto también pasará"

Vivamos el presente y dejémos que sea Dios quien dirija el rumbo de nuestra vida y repare los errores de nuestro pasado.

Un proverbio árabe dice: "El pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo".

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