jueves, 29 de julio de 2010

En la vida nos suceden cosas que nos hacen enfadar, reír y llorar, cometemos errores donde necesitamos decir aquella frase muy famosa "perdón, no lo vuelvo a hacer", pero ¿cuánto vale ésta frase? ¿qué significa para nosotros cuando la decimos?

Es muy fácil decir "perdón, no lo vuelvo a hacer" de diente a labio, pero sacarlo desde el fondo de nuestro corazón es muy distinto. El efecto en las demás personas también se manifiesta de maneras distintas, pero, cuando lo decimos a Dios ¿cómo lo decimos? ¿sabías que es muy importante para Él que venga desde el fondo de nuestro corazón? porque realmente conoce nuestros corazones.

La biblia nos pone un ejemplo en Isaías 1:10-20, aunque todo el capítulo es realmente interesante es aquí donde se nos hace el llamado a ser sinceros con nuestro arrepentimiento.

1:10 Escuchen, jefes de Sodoma
que esto es palabra de Yavé;
presten atención, pueblo de Gomorra,
a las advertencias de nuestro Dios:"
1:11 ¿Por qué tantos sacrificios en mi honor?
-dice Yavé.
Ya estoy saciado de sus animales,
de la grasa de sus terneros.
No me agrada la sangre de sus novillos,
de sus corderos y chivos.
1:12 Si suben hacia mí en peregrinación,
y se agolpan en los patios de mi Templo,
¿quién se lo ha pedido?
1:13 Déjense de traerme ofrendas inútiles;
¡el incienso me causa horror!
Lunas nuevas, sábados, reuniones,
¡ya no soporto más sacrificios ni fiestas!"
1:14 Odio sus lunas nuevas y sus ceremonias,
se me han vuelto un peso
y estoy cansado de tolerarlas.
1:15 Cuando rezan con las manos extendidas,
aparto mis ojos para no verlos;
aunque multipliquen sus plegarias,
no las escucharé,
porque veo la sangre en sus manos.
1:16 ¡Lávense, purifíquense!
no me hagan el testigo de sus malas acciones,
1:17 dejen de hacer el mal y aprendan a hacer el bien.
Busquen la justicia, den sus derechos al oprimido,
hagan justicia al huérfano y defiendan a la viuda.
1:18 Ahora Yavé les dice:
"Vengan, para que arreglemos cuentas.
Aunque sus pecados sean colorados,
quedarán blancos como la nieve;
aunque sean rojos como púrpura,
se volverán como lana blanca.
1:19 Si ustedes quieren obedecerme,
comerán lo mejor de la tierra;"
1:20 pero si ustedes insisten en desobedecerme,
será la espada la que los devore;
porque ésta es palabra de Yavé.

Claramente no es la multitud de cosas que hagámos para pedir perdón, ni las ofrendas o castigos a nuestra carne, solamente importa que estémos arrepentidos de corazón. Cuando nos arrepintamos de corazón entonces nuestras ofrendas llegarán hasta Dios y serán olor grato para él. Por algo está el versículo que dice "ser salvos no es por obras para que nadie se gloríe", ya Dios sacrificó a su hijo para que nosotros a través de él tengamos acceso a la salvación.

bibliografía: Biblia Latinoamericana 1995

No hay comentarios:

Publicar un comentario